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¿QUÉ ES EL SUELO PÉLVICO?

El suelo pélvico es una estructura conformada por un conjunto de músculos y ligamentos que se encuentra localizado en la parte baja de la pelvis, tanto en mujeres como en los hombres. Sirve como cierre de la pelvis en su parte inferior, a la vez que da soporte a los órganos que ocupan la pelvis: vejiga; uretra; recto, en ambos sexos; útero, ovarios y vagina, en la mujer; la próstata y vesículas seminales en el hombre.

Existe una íntima relación entre estas estructuras, determinando no sólo un soporte mecánico estático, sino además una estructura dinámica que participa en la continencia urinaria y fecal, así como en la función sexual.

¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE LAS PELVIS FEMENINA Y LA MASCULINA?

En cuento a la forma y disposición, la pelvis de la mujer se inclina hacia adelante, es más amplia y de forma ovalada. La pelvis masculina se inclina mucho menos hacia adelante, es más estrecha y en forma de corazón. Los huesos de la pelvis masculina son más gruesos y pesados, mientras que los huesos de la pelvis femenina son más ligeros y delgados. Los bordes son más evidentes en la pelvis masculina, mientras que la femenina es más suave.

La principal diferencia en la forma de la pelvis masculina y femenina se relaciona con la función. La pelvis masculina está adaptada para el apoyo de una estructura física más pesada y sus músculos son más fuertes, mientras que la pelvis de la mujer se adapta para tener hijos en lugar de priorizar la fuerza física. Las partes de la pelvis femenina describen el canal del parto y deben ser lo suficientemente amplias como para que el bebé pase durante el parto.

¿QUÉ CAUSA EL DEBILITAMIENTO DEL SUELO PÉLVICO?

  1. Tipo de actividad profesional
  2. Edad y cambios hormonales en hombre y mujer.
  3. Embarazo, parto y postparto.
  4. Estreñimiento, retener orina, ropa ajustada.
  5. Deportes de impacto: saltos, correr, bicicleta, tenis, pádel.
  6. Alteraciones morfológicas y posturales: hiperlordosis lumbar.
  7. Obesidad y tabaquismo.
  8. Factores hereditarios: alteración congénita del colágeno.
  9. Afecciones respiratorias, cantar o tocar instrumentos de viento.
  10. Otros factores de riesgo:
  • Patologías metabólicas o endocrinas: diabetes o hipotiroidismo.
  • Traumatismos directos sobre la pelvis o sobre el periné.
  • Patologías de la columna lumbosacra: hernias discales, escoliosis
    severa, asimetría de las caderas…

¿CÓMO PODEMOS FORTALECER EL SUELO PÉLVICO?

Si bien es cierto que durante el embarazo y tras el parto, el suelo pélvico femenino se ve afectado, las enfermedades prostáticas, dificultad de erección y otros problemas propios de su fisiología, también hace susceptibles a los hombres de necesitar tratamiento. Por eso, ni hombres ni mujeres, están libres de padecer disfunciones del suelo pélvico en alguna etapa de su vida. Afortunadamente, disponemos de sencillos ejercicios y ejercitadores que nos facilitarán la salud de nuestro suelo pélvico.

Cuando ejercitamos el suelo pélvico lo que se siente es una contracción que cierra y eleva hacia adentro y hacia arriba todas las aberturas del periné, es decir, el ano, la uretra y la vagina, en el caso de las mujeres. Imaginemos que esas aberturas son círculos, pues bien, con el ejercicio de suelo pélvico vamos a sentir cómo esos círculos se van a contraer, cerrándose o reduciendo su tamaño, y se van a elevar hacia adentro de nuestro cuerpo. Nunca intente cortar el flujo de orina, ese ejercicio tan extendido en la creencia popular no es beneficioso ni para hombres ni para mujeres.

Desde Sanafarmacia, ponemos a tu disposición nuestro Servicio de Salud de Suelo Pélvico, tanto para hombre como para mujeres, donde podremos asesorarte de forma personalizada y tratar de forma individual la salud de tu suelo pélvico. Con el trabajo y ejercicios adecuados en torno al suelo pélvico, podemos conseguir mejoras en distintos aspectos que repercutirán en tu bienestar diario.

En el caso de la mujer:

● Incontinencia y urgencia urinaria

● Incontinencia fecal o de gases

● Descenso de los órganos (prolapso)

● Dolor perineal

● Estreñimiento terminal

● Durante el embarazo y en el posparto

● Disfunciones sexuales (dispareunia, vaginismos…)

En el caso del hombre:

● Disfunción eréctil
● Problemas para el control de orina
●Trastornos en la defecación (dificultad para el vaciado e incontinencia fecal)
● Prolapso rectal
● Problemas de suelo pélvico tras cirugía de próstata

¿CÓMO PROTEGER EL SUELO PÉLVICO EN NUESTRA VIDA COTIDIANA?

  • Evita el estreñimiento: mantén una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y fibra. Realizar deporte con regularidad, no aguantar las ganas de defecar y/o no posponer las deposiciones, por pudor a realizarlo fuera de casa, son 3 pautas clave para huir del estreñimiento.
  • Cuida la postura en el WC: para una correcta defecación y que la musculatura encargada de la continencia fecal se relaje, y evitemos empujar, es necesario colocar nuestros pies apoyados en un taburete para hacer que la flexión de cadera sea superior a 90º o lo que es lo mismo, las rodillas deben estar más elevadas que las caderas. Con esta postura evitaremos que sufra nuestra musculatura perineal cada vez que vayamos al baño.
  • Cuida tu vejiga: bebe agua con regularidad (2 litros al día aproximadamente) y acude al baño cada 3-4 horas aproximadamente, sin forzar el vaciado. No te antepongas al “deseo miccional” y realices micciones defensivas por miedo a no encontrar un baño cercano o por evitar un escape de orina. No empujes para vaciar la vejiga o para acortar el tiempo de micción, con esto solo conseguirás debilitar tu suelo pélvico y la capacidad contráctil de la vejiga. Olvídate del “Stop – pipí” para entrenar los músculos del suelo pélvico.
  • Conoce y practica la maniobra de Knack: consiste en anticiparse a un aumento repentino de presión abdominal, al hacer deporte de impacto, toser o estornudar, realizando una contracción voluntaria (fuerte y rápida) del suelo pélvico para evitar que dicho aumento provoque un descenso de nuestras órganos y musculatura perineal y una posible perdida de orina.
  • Corrección postural: es básica para que el peso de las estructuras pélvicas sea soportada por el área mas fuerte del diafragma pélvico. Introduce ligeramente el abdomen, como si te abrocharas la cremallera del pantalón, realiza una autoelongación: estira tu columna como si quisieras crecer, intenta que tu columna se encuentre bien alineada y tu cabeza no se encuentre adelantada.

Si quieres conocer más sobre el suelo pélvico y aprender a fortalecerlo visítanos en Sanafarmacia durante los días 8 y 9 en las Jornadas de Suelo Pélvico, nuestro equipo especializado te atenderá y resolverá todas tus dudas.

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