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Cuidar nuestra dieta es esencial durante todo el año, pero con la llegada del otoño, al retomar la rutina, es importante prestar atención a nuestros hábitos alimenticios para depurarnos y procurar mantenernos sanos. Una nutrición equilibrada aporta a nuestro organismo todos los nutrientes que necesitamos, dependiendo también de nuestras características personales, y nos ayudará a prevenir la malnutrición, enfermedades no transmisibles (diabetes, accidentes cardiovasculares, cardiopatías, cáncer) y distintas afecciones. Todos los nutrientes han de provenir del consumo de alimentos saludables, ricos en hidratos de carbono de absorción lenta, proteínas, grasas y fibra.

Existen muchos debates en torno a la alimentación, siendo uno de ellos si es más saludable una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas, o viceversa. En los últimos años, aumentan las propuestas que apuestan por una dieta que reduzca el aporte de carbohidratos y aumente las grasas saludables, pues ayuda a perder peso y controlar los niveles de azúcar.

Un reciente ensayo clínico, publicado en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’, pone en duda que una dieta deba ser moderada o alta en carbohidratos para ser saludable, verificando que si es baja en carbohidratos favorece más que una dieta convencional en personas con sobrepeso. Ha de ponerse le foco en la calidad de la dieta, no tanto en el porcentaje concreto de macronutrientes, si no en la relación evidente entre alimentos procesados y mala salud, especialmente en personas con un estilo de vida sedentario. Por tanto, lo recomendable es seguir una dieta mediterránea rica en fibra y grasas provenientes de aceite de oliva, frutos secos, pescados, quesos, y abundante en verdura y fuentes proteicas de calidad, evitando los ultraprocesados. Los expertos afirman que el aumento de las colonias bacterianas, específicamente la de la Prevotella, contribuyen a la producción de niveles más altos de sustancias saludables y combaten a la inflamación, lo que fomenta la pérdida de peso. Aunque los genes influyen en el riesgo de padecer obesidad, no hay evidencias claras de que afecten a la capacidad de perder peso, teniendo el microbioma intestinal un importante papel en el control del peso.

El cuidado de nuestra dieta ha de ir siempre acompañado de actividad física para alcanzar un peso saludable y un organismo equilibrado. En ocasiones, según cada caso particular, podemos acompañar la dieta de algún complemento alimenticio, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud:

Es útil en la gestión del sobrepeso y de la obesidad especialmente en caso de circunferencia abdominal aumentada. Actúa a nivel intestinal reduciendo la velocidad y cantidad de absorción de carbohidratos (efecto retard), limitando la absorción de grasas y favoreciendo el tránsito intestinal. Reduce la sensación de hambre y somnolencia postprandial (relacionada con la ingesta abundante de comida).

Es un reactivador metabólico que ayuda al control del peso a través de un enfoque sistémico, potenciando la acción sobre el tejido adiposo. Favorece al funcionamiento del hígado e hipotálamo, órganos implicados en la gestión de las grasas, y reactiva el organismo del bloqueo metabólico, actuando sobre la grasa localizada y basculándola para quemarla durante la actividad física.

Se trata de una fórmula con elevada concentración en las sustancias del complejo molecular AdipoDren y plantas medicinales con efecto drenante y detoxificante. Combate la retención de líquidos, actuando como drenaje linfático y eliminando las toxinas que provocan la acumulación de líquido en distintas partes de nuestro cuerpo, especialmente en las extremidades

Estos tres productos de Aboca pueden emplearse juntos para conseguir un mayor efecto, asociados a una dieta equilibrada, acompañada de hidratación y actividad física regular. Si quieres recibir un asesoramiento personalizado para el control de tu peso no dudes en consultarnos, el equipo de Sanafarmacia pone a tu disposición el Servicio de Nutrición y Dietética.

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