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El día 5 de noviembre celebramos el Día Mundial de las Personas Cuidadoras, rindiendo homenaje a la increíble labor de aquellos familiares y profesionales que se encargan de cuidar a personas mayores, enfermas o dependientes.

El papel de las personas cuidadoras es cada vez más imprescindible y una de las profesiones más demandadas en la actualidad, pues día a día dedican su tiempo y esfuerzo a atender con paciencia y esmero a aquellas personas que necesitan de unos cuidados específicos. ¡Desde Sanafarmacia queremos agradecer y felicitar a todas aquellas personas cuidadoras y poner de manifiesto que ellas también necesitan ser cuidadas!

Vivimos en una sociedad en la que el envejecimiento de la población es cada vez más evidente y existen muchas enfermedades que hacen que los pacientes requieran una atención muy específica. La autogestión de la salud cada vez es más común, por lo que pacientes y cuidadores necesitan un asesoramiento profesional y una atención y consejo personalizados. Sentirse acompañados en su importante labor será de gran ayuda para mantenerse fuertes frente a las difíciles situaciones a las que tienen que enfrentarse diariamente y, para ello, la farmacia se convierte en un punto de referencia.

La implicación de nuestros farmacéuticos hace que tengan un rol cada vez más activo en la atención, asesoramiento y seguimiento de los pacientes. Es por eso que desde Sanafarmacia, nuestros equipo de farmacéuticos quedan a tu disposición para escucharte y ayudarte en el seguimiento farmacológico del paciente siempre que lo necesites.

¿Qué cualidades debe tener la persona que cuida?

En las primeras etapas de la vejez, cuando las limitaciones de la persona dependiente aún no son muy evidentes, la mayoría de las familias optan por hacerse cargo del cuidado de los mayores en casa, siendo la mejor manera de garantizar un entorno conocido y amable en el que la persona se siente cómoda y sus rutinas no sufran una transformación radical, en cambio, en ocasiones podemos necesitar el apoyo de profesionales de la salud que nos asistan en el cuidado de estas personas.

Cuando hablamos de las cualidades de un cuidador o cuidadora no podemos olvidar que no se trata de un trabajo mecánico, sino que es un trabajo de asistencia y acompañamiento. Más allá de la formación, es importante el componente vocacional, pues ciertas actitudes han de estar presentes en la persona cuidadora, como las habilidades sociales y emocionales para tratar a la persona dependiente de la mejor forma posible.

  1. Valores y sensibilidad: la persona que cuida debe hacer sentir proporcionar bienestar al anciano, con amabilidad y paciencia.
  2. Capacidad comunicativa y constancia: escuchar y entender es imprescindible para actuar cuando sea necesaria su intervención, siendo perseverante.
  3. Honestidad: los ancianos depositan la total confianza en la persona, por lo tanto, la relación de dependencia debe basarse en el respeto.
  4. Flexibilidad: la persona cuidadora ha de tener capacidad adaptativa y saber desenvolverse en distintas situaciones en las que serán imprescindibles.
  5. Fortaleza: para enfrentarse diariamente a los cuidados, el cuidador debe tener un adecuado estado de salud mental, física y emocional.
  6. Inteligencia emocional: El cuidador debe proporcionar estabilidad y seguridad al anciano, por lo que es muy importante tener controlo sobre sus emociones.
  7. Autocuidado: para evitar el agotamiento físico y psicológico, el cuidador debe cuidarse a sí mismo para no llegar al síndrome del cuidador quemado.

a atención a las personas enfermas o ancianas es una tarea compleja, así que las personas cuidadoras también tendrán que ser cuidadas por su círculo más cercano. Si eres cuidador o cuidadora cuenta con el equipo de Sanafarmacia para un asesoramiento personalizado y nunca olvides que el cuidado de tu salud es tan importante como la de los demás.

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