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Con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual, el día 4 de septiembre, desde Sanafarmacia recordamos la importancia que tiene para el correcto desarrollo de la persona el recibir una formación adecuada sobre la educación sexual. Con el fin de promover una mayor conciencia social sobre la salud sexual y garantizar el respeto de nuestros derechos, hemos de aprender sobre la Declaración Universal de los Derechos Sexuales, que constituyen la aplicación de los derechos humanos a la sexualidad y salud sexual.

La Organización Mundial de la Salud define la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social relacionado con la sexualidad con un enfoque positivo que garantice el respeto de la misma y la posibilidad de mantener relaciones sexuales libres de coacción, discriminación y violencia. En la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ODS 3 plantea el reto de «garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades para 2030», incluyendo el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva como un gran progreso en la esfera de la salud sexual y contribución al bienestar.

La salud sexual requiere intervenciones a diferentes niveles para garantizar el desarrollo individual, social y económico de las comunidades, teniendo siempre presente las diversas necesidades según el momento vital, el entorno y las circunstancias. En el ámbito de la salud pública, cada día la salud sexual está recibiendo mayor atención por los riesgos que suponen para la salud las prácticas sexuales nocivas y los abusos de los derechos humanos relacionados con la sexualidad, aunque la pandemia por

Nos enfrentamos a una sociedad que desea tener una formación sexual efectiva, mientras que existe una falta de claridad en la comunicación respecto a la sexualidad en la atención primaria y otros ámbitos de la esfera pública, intensificada con la pandemia por la COVID-19, que ha dejado a relucir una gran carencia en el acceso a información y a los profesionales de la salud.El asesoramiento es fundamental para capacitar a la sociedad sobre la salud sexual, por lo que son necesarias unas habilidades por parte de las personas que lo prestan para tratar a los pacientes con el material y los equipos necesarios. Debe garantizarse que los servicios de salud incluyan contenido acerca de sexualidad para formar sobre la salud sexual en todos sus ámbitos, desde el tratamiento deinfecciones de trasmisión sexual (ITS) y el VIH, incluyendo temas como la violencia sexual, las prácticas dañinas para la salud, la mutilación genital femenina (FGM) o los embarazos no deseados. Para recibir una atención de calidad, la información ha de ser clara y completa, con el fin de fomentar la toma de decisiones sin coacciones y prevenir las infecciones de transmisión sexual, asegurando la privacidad y la confidencialidad.

Por tanto, los programas de salud sexual basados en la promoción y protección de los derechos humanos han de abordar:

  • Las violaciones de los derechos humanos en relación con la sexualidad y la reproducción.
  • La capacidad de mantener relaciones sexuales seguras y satisfactorias.
  • Las necesidades relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género.
  • Las infecciones y secuelas resultado de problemas de salud sexual, como pueden ser VIH, ITS, distintos tipos de cáncer, infertilidad, prácticas tradicionales y dañinas para la salud sexual, problemas de salud mental (relacionados con la depresión, estrés, trastornos mentales entre la población LGTB…).

Los programas de atención de la salud del sector público, en colaboración con organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales, aplican un enfoque estratégico para evaluar las necesidades de salud sexual y atenderlas eficazmente. Los programas relacionados con la salud sexual y reproductiva pretenden:

  • Mejorar el acceso y calidad de la planificación familiar y otros servicios de salud sexual y reproductiva.
  • Aumentar la proporción de partos atendidos por personal cualificado.
  • Reducir el recurso al aborto y mejorar la calidad de la atención de aborto.
  • Proporcionar información y servicios que respondan a las necesidades de los jóvenes.
  • Integrar la prevención y el tratamiento de infecciones sexuales y del aparato reproductor, especialmente como consecuencia del VPH, VIH y sida.

No se trata solamente la ausencia de enfermedad, sino de conseguir alcanzar el bienestar y salud sexual, para lo que es necesario el acceso a una información sobre la sexualidad completa, sobre los riesgos y consecuencias, así como recibir apoyo social y atención sanitaria. Por tanto, son imprescindibles programas de comunicación y asesoramiento en un entorno que fomente la salud sexual para todos y todas. Sanafarmacia queda a tu disposición para atender cualquier consulta en relación con salud sexual y reproductiva. Además, trataremos de derivarte a los profesionales de la salud que puedan ayudarte más concretamente. ¡Puedes contar con nuestro equipo!

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