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Este año el rigor de las temperaturas nos tiene a todos con más ganas de vacaciones y muchos hemos hecho planes para realizar turismo activo. Miles de peregrinos recorren cada año el Camino de Santiago, una travesía que pone a prueba su resistencia física y el espíritu de superación. A parte de la preparación física previa, el Camino de Santiago requiere de una buena planificación, así que, si estás pensando hacerlo, te será útil prevenir algunas situaciones y dolencias comunes entre los caminantes.

Desde Sanafarmacia queremos ayudarte con algunos consejos:

Antes de comenzar la marcha

  • Es recomendable realizar un entrenamiento previo en función de las rutas programadas y adaptar las rutas a nuestra forma física. Llevar un calzado adecuado con suela flexible acorde con la meteorología y el terreno. Además, es necesario tener los pies sanos, cortando las uñas de forma correcta y en caso de presentar alguna molestia tratar de anticiparse.
  • Justo antes de la salida hay que evitar lavar los pies con agua caliente, pues puede favorecer la aparición de ampollas.  Es necesario hidratar bien los pies la noche anterior. Así como ajustar correctamente calcetines y calzado antes de empezar a caminar. Para reparar e hidratar los pies secos y agrietados puedes aplicar UREADIN PODOS sobre la piel limpia, insistiendo en las zonas más secas y rugosas. 
  • En cuanto a la alimentación, es recomendable adaptar nuestra dieta al esfuerzo previsto para el día siguiente, pero sin excesos. Si debemos transportar alimentos para el camino, lo mejor es que aporten energía y pesen y ocupen poco espacio, como frutos secos o barritas energéticas saludables.


Durante la marcha

  • Durante el recorrido es importante caminar relajado con movimientos flexibles, pasos adecuados al patrón de la marcha e inclinación del terreno. El uso de bastones proporciona una mayor estabilidad, preserva nuestras articulaciones y nos ayuda a propulsarnos y a repartir el esfuerzo entre brazos y piernas. Además, hemos de hacer un descanso de 5 minutos al menos cada hora.
  • Debemos hidratarnos de forma correcta, agua y sales minerales. Algunos sueros preparados para actividad deportiva son muy recomendables, como HIDRASAL LIMÓN, que nos ayudan a evitar el cansancio y la fatiga a la vez que a hidratarnos.

Después de la marcha

  • Hemos de realizar estiramientos de la musculatura del pie y piernas justo al terminar la jornada. Es probable que se produzcan las temibles agujetas, hormigueos, sensación de piernas pesadas y calambres. Para evitar molestias aconsejamos tomar citrato o bisglicinato de magnesio. Puedes probar con FORMAG o AQUILEA MAGNESIO+ POTASIO.
  • Ya relajados, lavar e inspeccionar bien los pies y realizar un secado riguroso, aplicar una crema hidratante y masajear los pies. En conveniente usar al final del día un calzado que permita que el pie esté al aire. Si localizamos ampollas o helomas, coloquialmente conocidos como “callos”, que generen dolor intenso a la compresión directa o al caminar, debemos usar unos apósitos adecuados para cada dolencia. Están los denominados “segunda piel” que alivian de forma inmediata y no se caen, o los apósitos específicos para los helomas. Sin duda, te recomendamos COMPEED AMPOLLAS en el formato que mejor te venga.
  • Si sufrimos un exceso de sudoración en los pies es recomendable llevar calcetines de repuesto para cambiarnos en un descanso, procurando secar bien los pies o usar polvos absorbentes que prevengan la aparición de hongos, como FUNSOL.

Por último, recordar que el respeto es básico en este tipo de actividad, tanto hacia la naturaleza como hacia los peregrinos los que encontraras en tu ruta durante el Camino de Santiago. En Sanafarmacia esperamos que estos consejos te sean útiles y vivas una experiencia inolvidable, cuidando siempre el entorno y tu salud para disfrutar al máximo del camino.

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