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Durante las distintas etapas de la vida el organismo sufre cambios estructurales que hace que nuestra piel al nacer no sea la misma que cuando crecemos. La piel de los más pequeños es mucho más fina y sensible ya que no tiene diferentes funciones desarrolladas que hacen que presenten mayor reactividad vascular, estén menos protegidos frente a agresiones externas, tengan peor termorregulación y presenten mayor sequedad. De hecho, es tal esta sensibilidad debido a la naturaleza inmadura de la piel que se pueden presentar distintas alteraciones benignas como costra láctea, acné neonatal, sudamina, dermatitis del pañal o angiomas planos. Por todo esto, la higiene y el cuidado de la piel del bebé es tan importante como el sueño o la alimentación.


La cosmética natural de Weleda, en continua innovación y desarrollo, cuidan la piel del bebé de forma suave desde el primer día. Sus productos para bebés son 100% naturales y están formulados con los mejores extractos de caléndula cultivados de manera sostenible, además de ir acompañados con envases reciclados. La caléndula reduce la inflamación gracias a sus propiedades regeneradoras, calmantes y protectoras. Ya que la piel del bebé puede ser 5 veces más fina que la de un adulto, la caléndula es un activo idóneo en el cuidado de estas pieles al formar una barrera que permite que la piel respire. Además, bajo esta barrera protectora se forman depósitos de grasa que mantienen la regulación de su temperatura corporal.

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10 consejos para cuidar la piel de nuestro bebé

1. Preparación del baño.
Hay que calentar tanto el agua de la bañera, que debe estar a unos 37º, como el propio cuarto de baño, para que la temperatura ambiente esté entre los 20ºC y 22ºC. Además, ayuda preparar de antemano lo que se vaya a necesitar: productos, toallas, esponja, etc.
2. Siempre pendiente.
Una vez que el bebé esté en la bañera, es fundamental sujetarlo con firmeza. A partir de los 4 ó 5 meses ya puede
emplearse una hamaquita de baño. Aunque parezca obvio, no debe dejarse al niño sin vigilancia.
3. Utiliza tratamientos específicos para bebés.
Existen jabones líquidos infantiles, hipoalergénicos y con pH neutro, que respetan el manto ácido cutáneo. La
esponja debe ser suave, preferiblemente natural.
4. Controla el tiempo.
No es conveniente que el bebé permanezca en la bañera más de cinco minutos. Además, deberemos lavarle el pelo
tan sólo instantes antes de sacarle del agua y arroparlo, ya que los bebés pierden mucha temperatura por la cabeza.
5. Sécale con delicadeza.
Al terminar de bañar al bebé, hay que secarlo dándole ligeros toquecitos, sin frotar, para no irritar su piel. Presta
especial atención para que no quede humedad en los pliegues de la piel.
6. Hidrata e hidrata.
Una vez seco, es importante aplicarle una leche infantil hidratante, dándole un suave masaje por todo el cuerpo.
7. Limpieza en el cambio de pañal.
Para realizar el cambio, colocaremos al bebé sobre una toalla limpia. La zona genital y del culito deben limpiarse
con toallitas específicas que no irriten la zona, un gel lavante o un jabón supergraso. La limpieza se realiza desde la zona limpia a la más sucia, para no arrastrar suciedad; y desde adelante hacia atrás, para evitar infecciones.
8. Prevenir irritaciones en zonas delicadas.
Antes de colocar el nuevo pañal, hay que asegurarse de que el bebé tiene totalmente secos los pliegues de las
nalgas y las ingles. Aplicaremos una buena capa de crema protectora en el culito, cuya función es crear una barrera que prevenga las posibles irritaciones en esta zona, debido al contacto directo con el pis y las heces.
9. El perfume, sin excesos.
Para perfumar delicadamente al bebé, pueden utilizarse unas gotas de agua de colonia sin alcohol, vaporizadas
sobre su cuero cabelludo o sobre su ropa. No deben utilizarse colonias para adultos.
10. Cuidados también fuera de casa.
Al salir de paseo con el bebé, es importante proteger su piel. En invierno, cubriendo sus zonas más delicadas
para protegerle tanto de resfriados como de la acción resecante del frío. Y en verano, para protegerle del sol. La
aplicación de una crema facial hidratante con protección solar es imprescindible siempre.

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