BLOG

El 18 de octubre se celebra el Día Mundial de la Menopausia, una de las etapas más críticas en la vida de una mujer, pues supone el fin de la menstruación y el comienzo de la etapa conocida como climaterio. Es decir, la transición entre el periodo fértil y el inicio del periodo de la vejez.


La edad media de inicio de la menopausia se sitúa en los 48,7 años, si bien es muy fluctuante entre las mujeres, de manera que para algunas el momento comienza en los 45 y a otras se les retrasa hasta más allá de los 55 años. Esta diferencia tiene que ver con distintos factores físicos, biológicos y medioambientales que hacen de cada caso algo singular. Lo que sí está claro es que existe entre muchas mujeres aún un gran desconocimiento sobre las consecuencias que la menopausia trae para su organismo, en aspectos tales como la salud, la calidad de vida, su vida sexual o las consecuencias físicas. Con todo, el 85% de las mujeres supera la menopausia de forma natural, mientras que el 15% ha de someterse a intervenciones quirúrgicas debido al desarrollo de enfermedades ginecológicas.


Según Sanitas, en el 47% de los casos la menopausia se produce entre los 46 y los 50 años, mientras que en un 32% se produce entre los 51 y los 55 años; un 6% tiene una menopausia precoz (antes de los 40 años) y un 2% una menopausia tardía (después de los 55 años). La menopausia tardía es más frecuente entre las mujeres obesas.    


La causa de la menopausia es la pérdida de la función ovárica, disminuyendo con ello la producción de hormonas femeninas, estrógenos y progesterona.


Los principales síntomas de la menopausia son:


-Cambios físicos. Las mujeres suelen incrementar su grasa corporal, que se acelera en los casos de vida sedentaria. Dichos cambios pueden incrementar el riesgo de diabetes y la aparición de problemas cardiovasculares.
-Irregularidad en los ciclos. Esto es especialmente frecuente en los meses previos a la menopausia, y se prolonga hasta la última menstruación. Aunque hay mujeres en las que los ciclos menstruales irregulares comienzan mucho antes.
-Sofocos. Son un síntoma muy característico, que se suele prolongar durante los primeros años de la menopausia. Suelen ir acompañados de sudoración y palpitaciones, pudiendo derivar en episodios de insomnio.
-Sequedad vaginal. Con la reducción de estrógenos, se reduce la lubricación vaginal. Esto puede implicar dolor en las relaciones sexuales.
-Osteoporosis. Debido a la pérdida de la protección favorecida por las hormonas femeninas (estrógenos), los huesos se descalcifican, reduciéndose la masa ósea y favoreciendo la proliferación de esta enfermedad.
-Cambios en el estado de ánimo. Suelen ser habituales sensaciones como el abatimento, la irratibilidad o la ansiedad.


Aunque muchos de estos cambios son inevitables, otros no tanto. Y es que el estilo de vida de la mujer influye en su forma de padecer los síntomas. Así, una vida muy activa, no sedentaria, está más protegida frente a fenómenos como la osteoporosis o el riesgo vascular. Hacer ejercicio, además, retrasa el inicio de la menopausia. De igual modo, está demostrado que el tabaquismo suele acelerar su llegada.


Para otros síntomas, como la sequedad vaginal, los cambios físicos o incluso los cambios en el estado de ánimo, te recomendamos que acudas a tu farmacéutico de referencia, quien te asesorará y te proporcionará los tratamientos más adecuados para atenuar los efectos en tu organismo.

Foto: Freepik

Entradas Relacionados

CATEGORÍAS