A pesar de que hoy en día la población en España está más informada que hace una década, existen conductas de riesgo al sol que siguen precisando campañas de concienciación y fotoeducación. Se ha detectado en los últimos años un incremento en la incidencia de cánceres de piel, sobre todo en pieles claras, vinculados a costumbres personales de exposición al sol, influidos por la percepción social del bronceado como deseable y saludable. Francisco Galán Miró, farmacéutico titular de Sanafarmacia y experto en fotoprotección, nos recuerda constantemente que «el sol es ese amigo visible, pero también ese enemigo invisible”.
Con el fin de informar y sensibilizar a la población sobre las medidas adecuadas para protegerse de los efectos negativos de la radiación solar ultravioleta, Sanafarmacia continúa con su vocación educadora, especialmente en el ámbito de la fotoprotección, sobre el problema que puede suponer la sobreexposición al sol con efecto agudos y crónicos en la salud de la piel, los ojos y el sistema inmunitario. Son numerosas las acciones que nuestro equipo de farmacéuticos ha llevado a cabo a lo largo de estos años en este aspecto, siendo un hito en la historia de la farmacia la instalación del primer Solmáforo de Europa en el año 2011. Se trata de un dispositivo medidor instantáneo de la radiación solar ultravioleta. Su finalidad es informar a los ciudadanos sobre la intensidad de la misma, mediante un código de colores a los que se asocian una serie de recomendaciones sobre las precauciones que se han de tomar.
Como consejo, es recomendable evitar el sol desde las 12 a las 17 horas en primavera y verano. La piel tiene memoria y el daño solar sobre ella es acumulativo, por lo que es importante cuidarla toda la vida, recordando que el bronceado es un grito de socorro de la piel ante la agresión de la radiación solar ultravioleta. Es probable que la moda del bronceado vaya cayendo en desuso, debido a su relación directa con los distintos cánceres de piel y por suponer un riesgo para la salud de las personas, que generalmente no somos conscientes de los peligros de la exposición al sol. Además, uno de los efectos negativos del sol es el fotoenvejecimiento prematuro por la degradación de las fibras de colágeno y elastina que produce arrugas y flacidez en las zonas expuestas.
Por todo esto, se necesitan urgentemente programas de protección solar para dar a conocer mejor los peligros de la radiación solar ultravioleta para la salud, y para lograr cambios en los estilos de vida que contribuyan a disminuir la tendencia creciente de casos de cáncer de piel. Además de las ventajas para la salud de la población, los programas educativos eficaces pueden favorecer las economías de los países, reduciendo la carga financiera que suponen para los sistemas de atención de salud los tratamientos del cáncer de piel y de las cataratas. El índice UV solar mundial, índice que expresa la intensidad de la radiación solar ultravioleta en la superficie, debe constituir un componente importante de un enfoque de salud pública integrado y a largo plazo para la protección solar.